¡Cuidado con el agua! Un mal uso perjudica a tu perro

¡Cuidado con el agua! Un mal uso perjudica a tu perro

El uso inadecuado del agua, por ingesta excesiva o por falta de seguridad en un día de baño, puede conllevar consecuencias graves para la salud.

 

En verano las olas de calor nos dejan a todos (humanos y peludos) hechos polvo. Tanto que solo nos apetece agua: beberla o disfrutar nadando o jugando con ella.

Sin embargo, no debemos dejarnos engañar: el agua puede ser muy peligrosa.

 

¡Cuidado con las intoxicaciones de agua!

¿Cómo? ¿No habías oído hablar de las intoxicaciones de agua? Pues créeme que existen y suelen producirse cuando los perros están sedientos y acalorados, algo muy normal en verano.

Así como los humanos sabemos cuándo parar de beber, los perros no. Ante un ataque de sed repentina o incluso jugando, nuestros perros pueden estar ingiriendo mayor cantidad de agua que la que pueden asumir.

Uno de los juegos que más divierte a Uma es morder el agua de la manguera, ingiriendo accidentalmente demasiada cantidad. Por ello nos vemos obligados a parar el juego, pues, de lo contrario, ella podría ser una firme candidata a sufrir una intoxicación por agua.

 

¿Qué conlleva la intoxicación por ingesta excesiva de agua? Que se alteren los electrolitos del cuerpo del perro, hinchándose las células cerebrales y llevándolo a un estado de coma o incluso a la muerte.

Este tipo de intoxicaciones afortunadamente no son muy comunes, pero nunca está de más tener esta información para evitar sustos.

 

¡Cuidado con el agua! Un mal uso perjudica a tu perro

 

¡Vigila a tu perro en la piscina!

Los accidentes por ahogamiento de perros en las piscinas son más comunes de lo que quisiéramos. ¡Cuántos disgustos han dado las piscinas a muchos adoptantes! Y es que extremar las precauciones es fundamental.

El perro debe tener acceso a la piscina siempre que estemos nosotros delante y evitar el acceso a la misma cuando no lo estemos.

Una de las recomendaciones que suelo dar a los adoptantes que tengan piscina en sus casas es que adquieran una rampa de acceso para mascotas. Se trata de una rampa con rejilla para que el perro que caiga a la piscina accidentalmente pueda salir fácilmente, pues los ahogamientos en las piscinas se producen fundamentalmente porque el perro no sabe cómo salir.

Otro aspecto a tener en cuenta es que debemos enseñar al perro a no beber el agua de la piscina. Los productos químicos le afectan tanto como a nosotros, tanto si el agua es ingerido, como el contacto del agua con su piel. Por ello es importante duchar con agua dulce a nuestro perro tras disfrutar de un baño en la piscina.

 

Alerta con los peligros de un día en la playa

La playa es ideal para el perro, pero es sin duda la que más peligros tiene.  Si bien nuestro perro puede disfrutar correteando por arena y algas, no está libre de lastimarse las patas con piedras o incluso anzuelos.

En el mar hay que vigilar que no haya corrientes de agua que puedan desestabilizarlo y alejarlo de la orilla, pues podría ahogarse o golpearse con rocas o embarcaciones, lastimándose o llegando a quedar inconsciente.

Educar a nuestro perro a no comer nada del suelo se hace imprescindible en este entorno. En la playa, por desgracia, los humanos suelen lanzar basura, en muchas ocasiones muy peligrosa: anzuelos, plásticos, comida podrida… pueden causar estragos en la salud de nuestro perro.

El agua salada ingerida en exceso puede provocar en nuestro perro vómitos, diarreas, fiebre y apatía. Es importante acudir al veterinario para evitar que se deshidrate.

 

Ten siempre presente al disfrutar del agua con tu perro todos los peligros que acechan. Evitarás que una jornada divertida y refrescante para aliviar el calor del verano perjudique su salud.

 


El Blog de Uma

Uma, perrita experta ladrona de calcetines, nos cuenta lo que aprende cada día.

Web: http://www.elblogdeuma.com

 

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