Embarazo psicológico en perros: qué es y qué riesgo supone

Embarazo psicológico en perros: qué es y qué riesgo supone

Aunque no se trata de una enfermedad, la pseudogestación puede ocasionar trastornos y molestias en la hembra.

 

El embarazo psicológico o gestación nerviosa es un proceso natural de carnívoros sociales para garantizar la supervivencia de sus crías.

Se observa en la naturaleza en los perros salvajes o lobos, por ejemplo, y afecta a hembras jerárquicamente inferiores a las dominantes, preparándoles para poder amamantar a las crías de las dominantes en caso de que estas no tuviesen leche, enfermasen o muriesen.

El cuerpo de estas hembras reacciona de la siguiente forma: la progesterona (hormona que les prepara para la maternidad) dispone el útero para una posible gestación y se mantiene en el organismo, provocando la producción de prolactina (hormona a la que se debe el desarrollo de la leche y la aparición de comportamientos maternales).

La perra no es fecundada, pero al mantenerse las hormonas en el cuerpo al igual que si lo estuviera, sus funciones se ven igualmente alteradas.

Los embarazos psicológicos pueden también darse en hembras que no viven en manada. En este caso se debe a una herencia de su antepasado salvaje.

La gestación nerviosa provocará una serie de cambios en el cuerpo de la perra y en su comportamiento:

  • Aumenta el tamaño de las mamas y puede producir un líquido semejante a la leche.
  • La perra coge peso a pesar de tener menor apetito.
  • La hembra se muestra nerviosa, irritable, apática y poco activa.
  • Adopta conductas como si estuviese preñada: es muy habitual que utilice sus juguetes preferidos como si fuesen sus crías.

 

Embarazo psicológico en perros: qué es y qué riesgo supone

 

Cuando se produce una pseudogestación las hembras suelen volver a la normalidad en 2 semanas sin necesidad de tratamiento. Si su duración es mayor, probablemente el veterinario le prescriba alguna medicación.

Es aconsejable vigilar el comportamiento de la perra y evitar que desarrolle su conducta maternal, intentando continuar con su actividad diaria como si nada hubiese ocurrido.

Aunque el embarazo psicológico no es una enfermedad, sí puede tener consecuencias para la salud.

La mastitis, por ejemplo, puede producirse cuando hay segregación de leche. Se trata de una obstrucción de los conductos en las mamas que provoca mucho dolor e incomodidad.

Aunque no se ha encontrado una evidencia clara, algunos estudios apuntan, además, a que si se dan embarazos psicológicos con frecuencia, puede ocasionar quistes ováricos o tumores mamarios en el futuro.

Algunos profesionales aconsejan en estos casos la castración quirúrgica para que estos episodios no se vuelvan a producir.

En caso de duda recuerda siempre que es tu veterinario de confianza quien mejor te puede aconsejar.

 

¿Conoces algún caso de embarazo psicológico en perros? ¿Y en otros animales? ¡Cuéntanoslo!

 

* Este campo es obligatorio
Sin comentarios

Publicar un comentario