Disfrazar a un perro ¿podemos hacerlo o debemos evitarlo?

Disfrazar a un perro ¿podemos hacerlo o debemos evitarlo?

Carnaval, Halloween, Navidad, fiestas de cumpleaños… son muchas las celebraciones en las que puede apetecernos disfrazar a nuestro perro pero ¿debemos hacerlo?

 

Sin duda, los que tenemos un perro en la familia disfrutamos de que comparta con nosotros el mayor tiempo posible y, en consecuencia, lo incorporamos cada vez más a nuestras actividades, lo llevamos en nuestras salidas fuera de casa y nos gusta que participe en nuestras celebraciones.

Si nos gusta disfrazarnos, ya sea para fiestas familiares o eventos sociales o concursos, tendremos la tentación de que también nuestro perro participe y es entonces cuando puede surgirnos la duda ¿podemos hacerlo o debemos evitarlo?

En esencia, al disfrazar a nuestro perro lo que estamos haciendo es vestirlo, pero con una gran diferencia: no existe un fin funcional, sino solamente un fin estético y social.

 

Disfrazar a un perro ¿podemos hacerlo o debemos evitarlo?

 

Un fin funcional lo buscamos cuando tenemos un perro friolero que, ante inclemencias invernales, se siente mejor con su jersey o su impermeable cuando lo sacamos a dar un paseo. Esto nos ocurre a nosotros con Elma, por ejemplo.

Un fin estético es aquel por el que vestimos o disfrazamos a nuestro perro simplemente para verlo mas “guapo”, porque nos resulta gracioso o simpático.

Un fin social lo buscamos cuando vestimos a nuestro perro para que forme parte de un grupo o de una celebración en determinadas circunstancias.

Cuando vestir a nuestro perro persigue un fin funcional, algunos expertos coinciden en que puede ser una opción válida y no perjudicial para el perro (con salvedades y previa evaluación de la situación y necesidades del animal).

Sin embargo, cuando el fin es estético, existe mayor controversia y la mayoría de los expertos opina que ni es necesario ni beneficioso.

En fiestas, carnavales, cumpleaños, Halloween… disfrazamos a nuestro perro como parte de nuestra familia, del entorno social en el que vivimos, pero ¿realmente nuestro perro lo necesita? ¿realmente nuestro perro socializa en estas circunstancias? ¿se siente parte del grupo o de la familia por estar disfrazado?

 

Disfrazar a un perro ¿podemos hacerlo o debemos evitarlo?

 

Es en este punto donde nos encontramos de bruces con el problema tan extendido y debatido de la humanización de nuestros animales.

Todos tenemos claro que ellos no necesitan disfrazarse y que participar en un concurso o en una fiesta de disfraces no es para él la mejor forma de socializar, sino una forma de relacionarnos los humanos de la que hacemos a ellos partícipes.

Teniendo claro este punto de partida es cuando debemos preguntarnos si disfrazar a nuestro perro puede ser perjudicial para él.

En nuestra opinión, no existe un beneficio directo para el perro, desde luego, pero para saber si existe un perjuicio nada mejor que conocer a nuestro perro y evaluar las circunstancias.

 

Disfrazar a un perro ¿podemos hacerlo o debemos evitarlo?

 

No es lo mismo disfrazar a nuestro perro un momento para hacerle una foto y subirla a nuestras redes sociales, que tenerlo disfrazado toda una tarde en una fiesta familiar. Tampoco ponerle un simple pañuelo o un disfraz ligero a uno pesado, incómodo o voluminoso. Disfrazarlo una vez al año, en una circunstancia puntual, que hacerlo todas las semanas. Que se disfrace y esté con su familia a que esté disfrazado en una fiesta ruidosa, con mucha gente desconocida…

Considerando que disfrazar a nuestro perro en absoluto es una necesidad, lo primero que debemos pensar si decidimos disfrazarlo es si se presta a llevar prendas o consiente que le pongamos algo en la cabeza (por ejemplo) y valorar el entorno en el que nuestro perro va a estar disfrazado (exterior o interior, temperatura, si habrá mucha gente, si acudirán muchos perros…).

Nadie mejor que nosotros conoce a nuestro perro y, en base a ello, debemos pensar siempre en su bienestar:

1.- Nunca disfrazaremos a nuestro perro si no consiente llevar ropa.

2.- Si lo disfrazamos, nunca debemos ponerle un disfraz incómodo, inadecuado o inseguro.

3.- Si lo disfrazamos,  que sea por un tiempo breve y bajo unas circunstancias en las que él no sufra una situación de estrés o ansiedad.

 

Disfrazar a un perro ¿podemos hacerlo o debemos evitarlo?

 

Por último, si decides disfrazar a tu perro, aquí tienes algunas ideas sencillas con tutorial que pueden ayudarte a elegir y elaborar un disfraz adecuado para él. ¡Recuerda siempre adaptarlo a él!

 

¿Estás de acuerdo con nuestra opinión? ¿has disfrazado a tu perro alguna vez? ¿se siente cómodo o, por el contrario, no consiente que le vistas?

 

Elma Ladra Blog
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Elma, teckel mini traviesa y adorable, comparte con todos artículos divertidos y muy interesantes.

 

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